Siempre me gustó escuchar el eco.-
Aquella repetición incansable, copia fiel que se extendía en la distancia y yo, mirando atentamente para descubrir hasta dónde llegaba.-
A veces le gritaba al hueco del aljibe creyendo que mil mariposas transparentes saldrían con mis gritos a cuestas.-
Amaba esos sonidos parejos que se iban desarmando de a poquito con el tiempo.-
¡Ah, si yo pudiera descubrir a dónde los llevó el eco, en qué arcoíris guardó sus tesoros!
Tal vez por eso, hoy día escribo versos, para imitar un poco, aquel musical universo.-
Todos los sonidos de mi infancia quedaron guardados en algún lugar de mi cuerpo.- Yo no sé si en mi mente que clasifica mis recuerdos o si en el centro de mi pecho donde acuno los ecos que se duermen, pero allí están, viajando conmigo aunque yo esté en silencio.-
Recuerdo que tenía un trencito de cremallera que funcionaba a cuerda, que después de trepar la pendiente, llegaba al otro extremo y volvía, iba y venía.- Iba y venía con su repetido sonido y mi reiterado juego.- Yo me quedaba extasiada mirando por su costado, un paisaje dibujado con un pequeño relieve que lo hacía tan real.-
Eran tiempos en que a menudo se oía el melodioso silbato del afilador que recorría el barrio pedaleando su bicicleta.- Tiempos de barquilleros golpeando incansablemente sus triángulos metálicos.- Tiempos de música de rueda-rueda, de murmullos bajitos en casa de abuela, de sollozos de mamá.-
Todos mis días tenían un sonido tan particular que, aún con los ojos cerrados, se podía adivinar el ánimo de la casa, de la familia.-
A veces siento nostalgia de ruidos, añoro mis sonidos conocidos y despierto mis recuerdos y los hago sonar y sonar como campanas que no quieren estar quietas.- Son pequeños aleteos de memorias.- Son mis ecos repetidos que se niegan a guardar silencio.- Son mi pequeña historia.-
A veces le gritaba al hueco del aljibe creyendo que mil mariposas transparentes saldrían con mis gritos a cuestas.-
Amaba esos sonidos parejos que se iban desarmando de a poquito con el tiempo.-
¡Ah, si yo pudiera descubrir a dónde los llevó el eco, en qué arcoíris guardó sus tesoros!
Tal vez por eso, hoy día escribo versos, para imitar un poco, aquel musical universo.-
Todos los sonidos de mi infancia quedaron guardados en algún lugar de mi cuerpo.- Yo no sé si en mi mente que clasifica mis recuerdos o si en el centro de mi pecho donde acuno los ecos que se duermen, pero allí están, viajando conmigo aunque yo esté en silencio.-
Recuerdo que tenía un trencito de cremallera que funcionaba a cuerda, que después de trepar la pendiente, llegaba al otro extremo y volvía, iba y venía.- Iba y venía con su repetido sonido y mi reiterado juego.- Yo me quedaba extasiada mirando por su costado, un paisaje dibujado con un pequeño relieve que lo hacía tan real.-
Eran tiempos en que a menudo se oía el melodioso silbato del afilador que recorría el barrio pedaleando su bicicleta.- Tiempos de barquilleros golpeando incansablemente sus triángulos metálicos.- Tiempos de música de rueda-rueda, de murmullos bajitos en casa de abuela, de sollozos de mamá.-
Todos mis días tenían un sonido tan particular que, aún con los ojos cerrados, se podía adivinar el ánimo de la casa, de la familia.-
A veces siento nostalgia de ruidos, añoro mis sonidos conocidos y despierto mis recuerdos y los hago sonar y sonar como campanas que no quieren estar quietas.- Son pequeños aleteos de memorias.- Son mis ecos repetidos que se niegan a guardar silencio.- Son mi pequeña historia.-
Bello amiga simplemente bello.
ResponderEliminar...dulce
ResponderEliminarsonido
ali
de tus
palabras
virtiendo
pan
de amor...
En este tiempo
para descansar,
amar, sentir y vivir
todas las sensaciones
que den paz,
sosiego y
tranquildad a nuestro corazon.
Desde mis HORAS ROTAS,
y AULA DE PAZ
un afectuoso abrazo y
cariño compartido
siempre desde el alma
saludos
de amistad:
---Jose Ramon---
Gracias Mili por tu comentario y aprovecho para mandarte un gran abrazo.-
ResponderEliminarEstimado José Ramón te doy la bienvenida a RECUENTOS y DIVERSOS.- Aprecio tu comentario y muy pronto pasaré a visitarte por tus blogs.-
ResponderEliminarUn saludo afectuoso desde Uruguay.-