Datos personales
- Alicia
- Montevideo, Uruguay
- Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-
miércoles, 25 de noviembre de 2009
EL ALMA EN PENA
Martín llegó corriendo con el sombrero chorreando de aguacero y con los ojos desorbitados gritó desde el galpón: - ¡se viene el alma en pena!
Entró él, caballo y perro.- Se encerró con todas las trancas y asomó hasta la nariz por la ventana.-
La lluvia cada vez mojaba más y de a poco, todos fueron reuniéndose en la cocina donde el fuego no paraba de arder.-
Julio, mi hijo mayor, volvía de la quinta trayendo los tomates y unas ramas de albahaca que le había encargado.-
- ¿Cómo quedó Prudencio? - pregunté.-
- Está bien - contestó.- El saco, aunque viejo, le ha quedado a la medida y sólo espero a que termine la lluvia para llevarle algo de carbón - agregó.-
A la tardecita, el cielo estaba despejado y pudimos armar la larga mesa en el patio.-
La jarra de cerveza helada, las pizzas crujientes con tomates frescos y vimos que Prudencio saludaba desde la huerta con sus manos de paja y su sonrisa de carbón.-
- ¿Martín?
- Está durmiendo la siesta en el galpón.-
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Me gusta tu manera de narrar, me ha resultado fácil hacerme con la escena.
ResponderEliminarBesos. Aniki.
Es un gusto conocerte.-
ResponderEliminarMe alegra que te guste y agradezco tu comentario.-
Un beso desde Uruguay para ti.-
Alicia.-
Hermosas imágenes campestres. El espantapájaros se me hizo humano de tanto cuidado, y deseé estar delante de esa familiar mesa. Un abrazo grande.
ResponderEliminarSería un placer compartir mi mesa contigo.-En este cuento hay mucha realidad de mi cotidiano vivir y es precisamente Martín, con sus cómicas reacciones, quien me inspira para hacer ciertos relatos.-
ResponderEliminarUn beso grande.-