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Montevideo, Uruguay
Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

domingo, 25 de julio de 2010

MI PEQUEÑO GARDEL




Lamentablemente yo lo recuerdo todo.-

Como todos los días llevé a Tony de siete años al colegio y regresaba a casa con tiempo, tranquila, cuidadosa como siempre, pensando en cuantas preguntas le haría mi niño a su maestra.- Debe enloquecerla al igual que a mí para saber el origen y utilidad de las cosas.- A veces Tony pasaba las horas preguntándome sobre estrellas, mareas altas y bajas, astronautas, naves espaciales y yo ya lo imaginaba trabajando en la NASA.-

Recuerdo la calle húmeda, mi retrovisor encendido por completo, la larga procesión por la Avenida donde parecía que todos íbamos al mismo sitio.- Esa igualdad monótona se vio interrumpida cuando del cantero central surgió un perro sin paciencia, queriendo cruzar la calle.- ¡Pobre animal! No sería yo quien le pasara por encima por lo que toqué bocina pero en lugar de salirse, se echó frente a mí, asustado y temblando, aunque valientemente entregado a su mala suerte.- Pero el instinto, la pena, el miedo, el cariño, o no sé si no fue todo junto, me obligó a frenar.-

Recuerdo el golpe seco del auto que venía detrás, el sacudón de mi cuerpo, el labial que volaba de mi cartera, mi cara pegándole al volante y al perro que salió de orejas chatitas.- Toda la caravana se detuvo impaciente tocando un coro de bocinas que se oía lejano.-

Yo no siento dolor alguno pero los bomberos destrozan partes de mi auto y tiran de mí.- No entiendo por qué me sacan de mi tibio asiento para tirarme sobre el asfalto mojado.- Alguien me pisa el pelo limpio y otros se ensañan con mi Levis nuevo hasta hacerlo jirones.- No quiero discutir, estoy tan cansada que no puedo evitar dormirme.-

Hoy hace una semana que me hospedo en este inhóspito lugar.- Alberto, mi marido me ha traído un ramo de fresias de todos colores y eso que ya le he dicho que cada vez que me regala flores me hace llorar.- Está tan preocupado con su trabajo en el Banco que se le nota en la cara, le han dicho que reducirán personal y su rostro severo me dice que no ha dormido bien.- Me besa casi sin tocarme y me dice que tengo visitas.-

Al abrirse la puerta, Tony suelta la mano de mi madre y entra corriendo.-

¡Mami, mami, vinimos para llevarte a casa!

Y no puedo con mi genio, lloro como una idiota cada vez que lo veo peinado al estilo Gardel, con gomina y raya al costado; yo jamás lo peino así, pero esta semana todo es tan extraño…

Mi pequeño Gardel va de un lado al otro, explorando, tocándolo todo hasta que mi madre lo saca del cuarto.- El va con los brazos abiertos como avión en vuelo, preguntando por los satélites suspendidos en el espacio.- Y mientras Alberto me ayuda a vestir, veo la prótesis de mi pierna volando en su pequeña mano.-

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