Datos personales

Mi foto
Montevideo, Uruguay
Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

sábado, 27 de junio de 2009

CORTO




Es casi medianoche, sólo quedan brasas tranquilas en la estufa y mi casa toda tiene una tibieza agradable. Como un sommelier aburrido, giro un resto de vino que queda en mi copa pero que no beberé.-
Afuera, a dos cuadras de aquí, grita y sacude el mar con tanta fuerza que se parece a un animal herido detrás de mi puerta; negra pantera sangrante que, aullando en mi jardín, pretende auxilio pero no me animo a salir.-
Yo sé que mañana amanecerá en calma y sólo la sucia resaca que quede tirada en la arena, delatará que hubo en el mar una furia tremenda. Mientras tanto, esta noche mi casa es la paz de una gruta en montaña, un refugio de duendes y muy en puntas de pie yo transito la sala porque sé que tú duermes.-
Sin embargo, allá afuera la tormenta es gigante. El farol de la cuadra hace chispas temblando y se aferra en un hilo para no salir despedido volando.-
Y los truenos comienzan como un rumor lejano, como un eco sombrío que me viene avisando que beberá sorbos de agua para aclarar su garganta y luego comenzará a gritar.-
Y se encienden los rayos, se retuercen follajes y se caen las ramas y el farol se hace añicos y en la punta del cable, una llama pequeña que no deja de arder, se convierte en azote que a todo electrifica, que me deja en penumbras y me hiela la piel.-
Asustada y a tientas, tiro mi copa al piso y entre vidrios sostengo mi señal del aviso. Y se acercan sirenas de camiones que vienen a matar la serpiente del chispeante peligro.-
Entre tal vocerío te despiertas y vienes a curarme los pies que, sangrantes no quieren mostrarte las heridas. Y me besas y cuidas como a una niña enferma que en secreto ha guardado con total entereza, ese miedo nocturno sin hacer una queja.-
A la luz de unas brasas de aquel fuego extinguido, tú me extiendes la taza con mi té preferido porque, amén de mi copa, vino no beberé.-

*


EL SALTO

He llegado al borde del abismo cansada de llorar en silencio a mis muertos que duelen cada día más.-
Mis manos cargadas de piedras amarillas como un antiguo antídoto de remotas culturas.- No hacen efecto, duele y sin embargo ante el espejo, me doy cuenta que lo he heredado todo, incluso la fuerza de seguir hacia adelante.-
¡Qué absurdo saberlo todo y estar sola! ¿A quién delegar todo lo que en mí has delegado? ¿A quién besarle los besos que me has dado? ¿Por qué a mí me has entregado este pesado equipaje, esta runa incomprensible, este cáliz que no logro apartar?
No hay número ni letra que exprese lo que siento.- Es más allá del llanto.-Anhelo, deseo fervoroso, pasión y desencanto, tal vez resentimiento, dulzura incontrolable, depresión invisible, fervor, furor, locura y a veces bipolar y sensible, sosegada y tranquila, esperando en las tardes, que todo esto termine.- ¿Aceptación? Sin quejas.- Al menos he vivido con todos mis sentidos, alerta en las penumbras, inconsciente en el ruido.-
Hoy aquí al borde del abismo, mis brazos equilibran el peso a mis costados.- Mis piernas piden paso a piedras amarillas que, atadas a mi cuerpo son lastre medicina.- Soy Icaro y soy Dédalo, mi pie en tierra clavado, mi brazo abierto al cielo.-
Por fin estoy llegando al límite que acerca el final al principio.-
Balcón de halcón, cornisa que de lo alto domina el valle de la vida.-
Bestia, reptil, gusano, si logro desprenderme un segundo, habré volado… como vuelan las grandes palomas y las pequeñas polillas; haré un surco entre las nubes y cerraré los ojos para sentir mejor, el calor del sol en mis tirantes mejillas.-

martes, 23 de junio de 2009

LA VISITA - Cuento


Golpeó las manos y nadie respondía. Era impropia la hora para visitas aunque probablemente todos se hallarían reunidos almorzando y por eso eligió el mediodía. Sin embargo, todo era silencio, apenas las chicharras exhaustas y un rumor de viento cálido.- Abrió el portón risueño de charnelas sedientas de aceite y una enramada morada de glicinas lo invitaba a la sombra. Sus pasos aceptaron el convite y sin darse cuenta ya estaba bebiendo el agua de la fresca tinaja.- No pueden demorar – pensaba – y se dispuso a recorrer la veranda endulzada por el aroma del flan que se enfriaba bajo un lienzo blanquísimo. Colgando de una cuerda, en hilera, se hallaban ramitos de flores silvestres, lavandas, siemprevivas y hortensias, buscando la rigidez que trasciende a la muerte. Uno conoce a la gente por lo que queda de ellas fuera de sus casas. Era fácil imaginarla formando ramos. Ella, que adoraba las flores frescas, también veía algo hermoso en un ramo de flores secas.- Cada tanto miraba más allá de los naranjos, a lo lejos, para ver si regresaban y nada, sólo la inmensa verdura de la pradera tajeada de montes.- Luego observó con detenimiento la parra y eligió el racimo más oscuro y fresco. Explotaban en su boca las promesas del vino de robles viejos y disfrutó el momento. Las gallinas se acercaban curiosas o tal vez esperando algún hollejo.- Se incorporó pesadamente oyendo el gemido de sus huesos.- Ya no era muchacho pero tampoco un viejo, apenas en su pelo se notaba el destello de un amor inconfeso por tanto tiempo y se dijo:- Ya es tarde, debo volver al pueblo.-

viernes, 19 de junio de 2009

LA SIESTA - Cuento


Tengo encallados los silencios entre las horas más largas de la tarde.-

El vapor del vino me adormece los labios que juran quedar callados, aunque muy dentro, sigan rezando. Pero el vaivén rítmico de la mecedora no claudica su marcha y apenas transa en sincronizar su paso al tic tac del reloj que tira cuatro campanadas que nadie oye.-
Y aunque todo esté quieto, sigue corriendo el tiempo que no respeta sueños dormidos o despiertos.-
A mí se me hace un juego el ronronear del viento y levanto mis anclas de claustro o de convento, con la ilusión a bordo y el lastre tirado a tiempo.-
Bullen en el patio los malvones inquietos de pájaros traviesos y las tinajas panzonas de agua helada, acallaron sus ecos.- Entonces se apodera de todos el silencio, incluso el gran molino dejó sus brazos quietos y hasta las moscas duermen pegadas en los techos.-
Y alcanza un cacareo, un sonar de cencerros o basta que el barullo provoque los bostezos y enredado entre voces, despierte el rancho viejo.-

REGALO - Cuento




Cuando calculo que ya es hora, sin decirle a nadie, miro por la ventana y tras ver esa nube de tierra colorada, voy avivando el fuego porque sé que muy pronto, estarás en mi casa.-
Y me retoco el pelo y me aliso la falda tratando que no noten que me siento agitada.-
Y aunque nadie lo sabe, yo te espero y aunque lo disimulo, salgo a tu encuentro haciendo de cuenta que me sorprendo, pero el corazón se me desboca y casi me delata.- Y a todos los saludas y a mí, una guiñada y alcanzará con eso para que pasen días soñando que me amas.- Y transito mi casa con la sonrisa tonta de boba enamorada, hablándole a las plantas, oliendo los jazmines, rogándole a la noche y a todos sus confines que te traiga de nuevo y sólo para mí.-
Y tanto lo pedí..., que un día de repente, llegas con invitada.- ¿Quién es, de dónde viene, qué quiere esta extraña? Entonces la presentas con todas las palabras:
- Ella se llama Estela, mi novia tan amada.-
Y se me enfría el cuerpo, se me endurece el alma y salgo entre sollozos corriendo hacia la parra y ella sale tras mío, me mira y así habla:
-Te he traído un regalo y quiero que lo abras.-
Entonces desenvuelvo una caja dorada y adentro una muñeca de carita rosada que me mira asombrada las lágrimas chorreando y luego confundidas las tres en un abrazo, le digo despacito con voz entrecortada: - ...es que yo lo amo tanto.-

DURAZNO - Cuento


Hoy corté un durazno y encontré un gusano.-Sentí como un asco que me recorrió el cuerpo y lo solté de mis manos cayendo en el suelo, al lado del tronco del gran duraznero.-Y mi pobre boca tan ilusionada de comer la pulpa dulce y añorada, hizo un gesto tenso como de amargada.-
Fruta traicionera que embruja y me tienta los cinco sentidos.-A la vista es bella esa fruta dorada con tintes rosados y al olfato ofrece el dulce perfume forjado en el árbol.- Al tacto provoca su piel tan vellosa ganas de llevarla bien pronto a la boca y en ella los jugos que fluyen, apagan la sed de quien quiera pararse a escuchar el zumbido eterno de abejas que buscan, entre tantas ramas y frutos maduros, alguna pequeña florcita de azahar.-

LA LLUVIA - Cuento




¡Qué estruendo tremendo!
Los truenos de esta tormenta que tarda tanto en llegar, te obligan a mirar al cielo. Cargado de nubes gordas y apuradas, lleno del poder de un viento amenazante y yo aquí en medio, sintiéndome nada.-
Estoy tan a su merced, casi asfixiada y tiro mi cabeza hacia atrás con el deseo incontrolable de que alguna de esas primeras gotas acierten en mi cara.-
Y así, poco a poco, ellas llegan pequeñas, silenciosas para luego transformarse en grandes, vigorosas y crepitantes gotas de lluvia.-
Alargo mis brazos como alas de pájaro mojado y giro, giro casi como si bailara y ahora la lluvia y mi vestido son la misma cosa, yo misma me siento parte integrante del agua que cae.-
Soy un millón de gotas que me atrapan. Soy el consuelo del campo abierto de ríos sedientos. Me siento incluso parte del líquido que moja tu rostro en las mañanas y pronto seré tal vez, la humeante taza de té que yo misma beba mientras se seca mi ropa empapada.-

jueves, 18 de junio de 2009

MARZO - Cuento


Hoy el mar está tibio, verde y empecinadamente transparente; incluso en lo profundo se alcanzan a ver las rugosas formas de la arena blanquísima que piso. Es tan fácil dejarse llevar a la deriva, tan tentador dormirse acunada por esa enorme cantidad de agua sin límites.-
Me zambullo con los ojos abiertos tratando de no perder detalle de esa nueva dimensión en donde todo es más lento, donde todo es silencio, donde el cielo, con mil brillos dorados es casi surrealista, una fantasía de cielo.-
A fines de marzo el mar se vuelve hermoso, limpio, envolvente, hospitalario y allá en la orilla donde mueren los caracoles, el agua suena entre restos de mejillones tornasolados.-
Casi todas las huellas han sido borradas por el viento y los altísimos médanos, aún tibios del verano, parecen más altos. Hasta las gaviotas han regresado a posarse en bandadas sobre la playa y miran imperturbables el horizonte.-
Regreso a casa con los atardeceres incandescentes apoyados en mi espalda curtida de soles, con la boca seca de sal blanquecina que delira por fruta y agua cristalina como los náufragos y no me importa nada que amanezca noche con una neblina de pegote nácar, igual mis sandalias irán apuradas por la misma senda de cada mañana, de cantos rodados, de arcillas y algas.-

¿Por qué escribo? - (Narrativa)


Sin duda alguna escribir para mí ha sido lo más revelador que me ha pasado en la vida.-
Ha empezado todo como un juego un pasatiempo, un memo interminable, un retener de anécdotas que seguramente hubieran quedado en el olvido, luego se convirtió en algo similar a una consulta psicoanalítica en donde hacer una catarsis reparadora, tan sanadora que se convirtió en vicio; más tarde fue una necesidad dolorosa como el mismo hecho de crecer y ahora se ha ido transformando en un placer tan agradable, en una caricia para mi alma, un estilo de vida sin el cual, probablemente yo no sería yo.-
Entiendo que por todo lo anterior, la escritura ha sido mi fiel compañera, mi amiga inseparable, mi paciente y consoladora escucha, mi maestra, la gran educadora de todos mis tiempos.- También me ha permitido darme varios lujos.-
Me ha dejado viajar en el tiempo, desde mis más lejanos recuerdos hasta mis más distantes fantasías.- En esos viajes también conocí el mundo recorriendo selvas, playas, campos, desiertos y sueños en general.-
Me ha permitido ver a través de los ojos de un niño, de una joven enamorada, de un hombre engañado, de cuanto ser animado hay sobre la tierra, incluso de aquellos que no lo son.- Así pude ser piedra, planta, pañuelo, cristal, velero, viento, espuma y tantas cosas más.- Y de cada una me sentí parte integral.-
No en vano digo que ha sido revelador para mí.- Me he dado cuenta cabal y nítidamente que soy parte inseparable de este mundo.- Soy un poco de todo eso.- Un poco de piedra, viento, espuma... Soy mis abuelos, mis padres y los hijos que no tuve, soy eterna en tiempo y en espacio.- Soy parte de un todo que nos une.-
Así me siento.- Tal vez esta complejidad mía tan cierta, tan a flor de piel, tan evidente, pueda esconderse bajo la tosca arpillera o cubrirse con suaves muselinas, pero siempre estará aquí porque es mi piel y el aire que respiro y se quedará aquí flotando entre los tiempos mientras exista alguien que, a mi par, ame seguir escribiendo.-