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Montevideo, Uruguay
Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

viernes, 21 de enero de 2011

MI PARED BLANCA



Está frente a mí como siempre, muda inexpresiva, con esa blancura virginal que no conoce soles. Siempre allí, escudriñando mi vida, aprobando o no todos mis actos. Ella sabe cuantas veces he buscado su compañía, su defensa incondicional y su propio silencio. Otras tantas fue testigo de agasajos, nacimientos, bodas, risas y secretos, de desconsuelos y sueños.
Compartimos gestos sepias y sonrisas de color. Fue mi muro de lamentos, mi muralla y mi bastión, el sostén para mi Cristo y hogar para pecador.
Siempre buscando un motivo sin tener motivo alguno, nos vestimos con guirnaldas y convidamos al mundo en largas noches de fiestas y otras noches en invierno, mirando la luz del fuego, adiviné en su blancura, miles de sombras grotescas.
Tan parecida a un lienzo que sueña con un pintor, tan blanca como las hojas sin una carta de amor, mi pared yergue en la sala su vertical ilusión y sus huesos enyesados sueñan con una ventana, un aire tibio de enero y dejar mi habitación.

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viernes, 14 de enero de 2011

ATÓMICO




A yunque y fragua ardiente, mil buriles golpearon y esta barra en mi pecho, grosera, amorfa y fría, se tornó corazón.
Herrero de mis noches que atenazas mi alma, con candentes susurros moldeas mi pasión. Me formas a tu antojo, me derrito en tus manos y logras que encadene mi corazón al tuyo, en un solo eslabón.
Artista de mi mundo, yo soy tu creación.
De mi áspera caliza me vuelves un cristal, tan frágil de sonrisas, tan bello de mirar cuando tu luz traspasa mi prisma original y todo cuanto miro adquiere otros colores en mi mundo vitral.
Qué loca guerra existe entre las energías, que cambian la materia, la crean, la transforman, me acerca y me separa, de alguna u otra forma, de mi propio dilema que es tenerte y desearte, que es estar y no estar.
Tú eres mi propia fuerza, mi imán, mi polo opuesto. Mi química se mide tan solo con un beso y me siento explotar. Mis átomos dan vuelta y todo convulsiona. Alcanza que me mires, pierdo de vista el piso y comienzo a girar.
Viajo por tu galaxia y me aferro a tu cielo y en un bostezo blanco me descubro de nuevo cual trozo de cristal, colgando del metal que forjó aquel herrero.


L´Acceuil -Jean Pierre Augier

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