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Montevideo, Uruguay
Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

miércoles, 30 de diciembre de 2009

BOMBONES DE LICOR




Mordí la gruesa capa chocolate untuoso y un licor fresco, dulzón y pegajoso se escurrió en mi boca.- Por un instante fui sorda y muda y todos mis sentidos se quedaron allí expectantes, imaginando que mil rosas se fundieron en un simple caramelo.-
¡Qué exquisitez tan sobria que, en dulces relamidas, rescata toda sobra por mis labios sorbida!
Un minuto de gloria, de placer hedonista que, al perder la memoria, a otro placer invita y recrea en silencio nuevamente la historia.-
Si algún día me atrapas en esta circunstancia, donde la vida misma es sabor y fragancia; si al entrar en mi cuarto me encuentras recostada, en éxtasis profundo por la gula embriagada, compartiré mis besos de almíbares topacio con tu boca de hombre que se acerca despacio.-

jueves, 17 de diciembre de 2009

POST




- Buenos días, ¿qué desea?
- Buenos días, nada gracias.- Pasé porque me gustó la foto.-
- ¿La foto?
- Si, la foto que se coloca arriba de los escritos.-
- Esas fotos, muchas veces ilustran lo publicado, pero en su caso ha servido como un simple llamador.-
- Pero yo quiero aclararle que a mí nadie me ha llamado, yo simplemente he mirado, me demoré y aquí estoy.-
- Pase nomás, adelante, mire y si gusta pregunte.-
- Está lindo su rincón pero lo hallo vacío.-
- Vacío está de exprofeso para que los visitantes se acomoden como quieran y pasen un rato agradable.-
- A mí me parece, compadre, que usted ha pensado en todo y le dejo de este modo comentario o pensamiento, que nunca pensé al comienzo lo que al final me ha gustado.-

viernes, 11 de diciembre de 2009

EL PUENTE



A ti lector, a ti te digo que a partir de este momento en que decides leerme, un puente invisible se creará entre nosotros y tus otros sentidos cerrarán mil puertas a las bocinas de la calle, al llanto de tu hija, a los reclamos de tu esposa, a timbres y teléfonos.-
Sin darte cuenta has creado un vínculo conmigo que, aunque breve, es verdadero, existe.- No podrás negarlo, ni podrás dar marcha atrás.-
Desde aquí te siento mío, abro los brazos para recibirte y además de tus ojos, espero a tu alma curiosa, tu cálida visita, tu grata compañía.-
Es un puente de infinitas dimensiones y doble vía.- Es entrada a mi dominio y al tuyo.- Es acceso a mi mundo conocido y al extraño ajeno.- Es entonces cuando tengo ganas de cruzarlo, pisar entre nubes, sujetarme de tus pupilas y meterme en tu aldea en vertiginosa carrera, porque no queda casi tiempo para regresar al punto de partida.-
Ese punto que se acerca y nos separa es este punto final.-

jueves, 3 de diciembre de 2009

MOLLES DEL SARANDI (Un recodo del camino)




Dos veces por semana, a setecientos metros de distancia, veo pasar el ómnibus que viene de Montevideo.- El chofer ya conoce las vueltas del camino y a veces desde lejos, con los brazos en alto, saludo y me responde con un gran bocinazo.- Es como el fuerte abrazo que se dan dos amigos.- Y lo veo alejarse subiendo por el cerro rojizo y polvoriento.-
Pero hoy fue bien distinto, pasó en el momento que estaba distraída, buscando entre la leña, algunas hojarascas para iniciar el fuego que atropelle a este invierno y me olvidé de verlo.-
Con un simple empujón certero y a medida, la carretilla gira con el tesoro hallado: ramas de sauce blanco, cáscaras de ciprés, semillas de eucaliptus y algún leño también.- Me voy imaginando un fuego perfumado que entibiará mi casa con esencias silvestres y entre aromas de monte me sentaré a un costado con mis ojos de fiesta entre brasas ardientes.-
Pero es tan sólo un sueño, yo sigo empujando mi vieja carretilla y la perra enojada, le gruñe a la ruedita y no para de ladrar.- Al fin miro a lo lejos y veo que mi amigo sigue su recorrido habitual y tranquilo, sin embargo a la distancia, alcanzo a divisar que el porterón de casa ostenta un colgamento, que a veces por el viento se parece a bandera, entonces me resuelvo y salgo a caminar.-
El pasto está encharcado del último chubasco y el cielo tiene nubes de plomizo color, las aves que se asustan emprenden vuelos bajos y el viento sibilante enreda mis cabellos sin orden ni razón.-
Alguna que otra gota helada precipita y me apuro a llegar al borde del camino y allí, efectivamente se encuentra resguardada en un tosco envoltorio, una pequeña carta; si bien no tiene nombre, va dirigida a mí.-
Y el corazón me estalla de un goce inexplicable apenas semejante a aquellas navidades de insomnios expectantes para ver los regalos dejados bajo el árbol.-
- “A usted” – dice la carta.-
- “A usted que me saluda, yo quiero agradecerle que cada vez que paso, usted es como un ángel de un campo desolado.- Su sombrero con flores, agitado en el cielo, es la señal que busco junto a mis pasajeros que, al pasar por su casa, todos cambian de asiento y juegan a decir quién la verá primero”.-
“Yo quisiera decirle que usted me da el aliento para seguir el viaje con ánimo contento y que todo mi coche festeja esos momentos…”
Y me quedé dormida sentada junto al fuego, la carta que leyera, al suelo se cayó.- Yo sueño con mil manos agitadas al viento y mi perra dormida, gruñe bajo el sillón.-