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Montevideo, Uruguay
Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

jueves, 26 de junio de 2014

TIEMPO



Sigo pensando qué diré cuando te vea.
He ensayado discursos en voz alta que quedan en la nada.
Los argumentos se diluyen, quedan truncos, se resbalan
y la noche en vela pasa y llega la madrugada.
Bajo el agua de la ducha busco en vano las palabras
que van a la alcantarilla una vez son pronunciadas.
Seré clara: no hacen falta mil palabras.
Seré directa: ya no estoy enamorada.
Seré sincera: para tranquilizar mi alma.
Seré justa: el sí y el no pesan igual en la balanza.
Pero entonces, sonó el teléfono
y me pediste un tiempo…



*

miércoles, 25 de junio de 2014

SUEÑO DE UNA NOCHE



Se cierra la puerta, se apaga la luz, la noche persiste con roce de sábanas.
Entre los compases roncos de la almohada, el ojo se amolda para ver la luna, cortada en pedazos, entre la persiana.
Rara es la penumbra que eclipsa rincones, que baila en mi pieza y me asusta a morir,
vestida de negro con sus brazos grises, me acuna siniestra y me hace dormir.
Y al cruzar los mundos etéreos del sueño no existen los miedos, las sombras ni el tiempo.
Nada es imposible, toda fantasía se vuelve real; el mundo de ideas se hace verdadero,
concreto y tangible, sublime y genial.
Yo me desconozco sin cuerpo y sin penas, soy toda alegría, se respira paz. Como mis sentidos ya no son los mismos, la propia materia ya no existe más.
De a poco comprendo que hay otra energía que lo inunda todo y es parte de mí, realidad del aire, de eterna sonrisa, de espíritu libre, esto es ser feliz.
La causa y efecto no tienen sentido, la sustancia y forma dejó de existir, nada se parece a lo que hemos sido, de este mundo nuevo no me quiero ir.
Floto entre las nubes cerca de la luna, una brisa leve me hace sonreír, dejo que el espacio azul me rodee con duendes del cielo volando hacia mí.
Se abre una puerta, se encienda la luz, amanece un día rosado de aurora.
No recuerdo ahora cuál ha sido el sueño pero estoy segura que cuando despierto tengo una alegría que inunda a mi alma, siento mucha calma y ganas de vivir.

*

viernes, 20 de junio de 2014

BANDADA




No sé cuántas había, tal vez cientos o miles.
Eran todas iguales de soberbia belleza y bordaban el cielo con un tejido vivo de plumas y graznidos. Y como si escucharan una música suave bailaban por el aire sincronizando el tino.
¿Quién dirige esa celestial marea? ¿Qué instinto sobrehumano las convoca y pasea?
¿Qué mano poderosa apunta un rumbo fijo? ¿Qué viento huracanado, por fin, las balancea?
Eran todas iguales en el cielo celeste aceptando señales de invisible maestre.
Eran todas iguales en el cielo infinito, siendo los animales cada uno distinto.
¡Qué belleza tan honda! Mis ojos son testigos
del brutal remolino cadencioso y tranquilo
de esta red que se agita a fuerza de aleteos
y de un solo latido.
Pero al llegar la noche, en orden y en silencio se arriman a la orilla del lago más sereno; se buscan entre tantas con familiar gorjeo, se sacuden, se arrullan, sueñan con su nidada y duermen todas juntas sabiendo que son parte de una enorme bandada.



*