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Montevideo, Uruguay
Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

martes, 16 de noviembre de 2010

INTIMO





Lo que yo te muestro aquí, no es mi rostro. Mi rostro va por dentro, como el interior de las cajas de regalos. Los regalos no son moña ni papel ni cinta de mil colores, no son caja ni el estuche ni un envoltorio con flores.
Mi rostro sonriente nunca logrará mostrarte la alegría inmensa que provoca verte y si quieta estoy, pensativa o muda, tal vez ande lejos en divagaciones, mitigando dudas, tejiendo ilusiones.

Lo que yo te muestro aquí, no es mi cuerpo. Mi cuerpo sigue teniendo veinte años, sigue saltando a la rayuela en busca del mismo cielo, sigue acunando hijos que aún no han nacido y sigue estando en celo mi vientre florecido.
Mi cuerpo se dibuja con las líneas del tiempo y me anota los tantos en mi rostro moreno; hay arrugas de llanto y hay otras de contento pero tus ojos ciegos, apenas logran verlo.

Lo que yo te muestro aquí, no es mi presencia, mi músculo, mi casa. Es mi simple compañía que te abarca, te sostiene, que te abraza. Yo no soy la otra persona que te mira cara a cara, soy tu sombra, tu conciencia, el ruido de tus palabras.
Yo no puedo separarme de tu propio pensamiento. Tú me inventas, me destruyes, tú me acercas, me separas. Yo soy sólo lo que tengo y tú quieres lo que falta.-

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miércoles, 10 de noviembre de 2010

SI SUPIERA




Si supiera que ayer yo fui gaviota, entre los basurales de su ausencia y entre los suburbios de su abrazo, graznaba mi dolor; qué soledad de pájaro sin nido, qué burla de un adiós sin despedida y con las alas rotas ya no quise volver a hablar de amor.
Y quedo cuerpo a tierra en mi trinchera, tendida lejos del horizonte, callada y silenciosa, en un compás de espera, un tanto caprichosa, inventando quimeras, porque la herida cura y cicatriza, nos vuelve la sonrisa y vuelo nuevamente más cerquita del sol.

Si supiera que hoy nací paloma, picoteando el cristal de su retrato con la inocencia sepia de hace años y un cuello de almidón y voy haciendo surcos en las nubes, buscando las banderas blanco tiza, amnistiando palabras que me hirieron sin ninguna razón.
Le regalo las plumas de mi pecho, la suavidad del aire mientras vuelo, la claridad del cielo y un mullido edredón. Le regalo mis plazas, mis fontanas, el agua cristalina en las mañanas, la Venus mutilada en ambos brazos y un frío corazón.

Si supiera que pronto, seré un halcón en vuelo, un ave de rapiña, un buitre carnicero, el búho de la noche, el águila real. Mis manos convertidas en garras afiladas, la vista a un punto fijo y un vuelo sideral. Dormiré en el follaje, al lado de la luna; mis ojos, dos braseros nunca recordarán que antes de conocerle, yo supe ser jilguero cantando en su ventana, aprendiendo a volar.-



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jueves, 4 de noviembre de 2010

PENA DE POETA




Taciturno como ausente, con un gesto pensativo, los ojos brillantes siempre, casi al borde del delirio; el poeta se estremece con el más frágil motivo y lo toman de rehén los sentimientos esquivos.

¿Por qué sufren los poetas? ¿Será que se saben vivos? ¿Será que sienten distinto y de penas son cautivos?

Sensible como ninguno, exagerado en amores, se destroza en solitario al recordar sinsabores y se aparta de los goces entre sensuales palabras, se disculpa de los besos que le han robado hasta el alma.

¿Por qué lloran los poetas lágrimas de puño y letra? ¿Acaso amar los abisma en aguas poco profundas o será que un simple adiós, de tristeza los inunda?
¿Será que son inconstantes, indiferentes, fugaces o será por el contrario, tan fieles plantando bases que no quieren un amor para que a otro reemplace?

¿Por qué penan los poetas si escriben de la alegría?
Tal vez quieran atraparla, abrumarse con la dicha y cargarse un contrapeso que equilibre su poesía, para que nadie lo note y que pase inadvertida, que la pena de poeta, pena es de toda la vida.-