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Montevideo, Uruguay
Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

jueves, 9 de diciembre de 2010

ACV




Sin poder pronunciar ni una palabra, los médicos y él se inventaron un sencillo sistema de guiñadas, que muchas veces terminaba en desesperación y lágrimas.
Si el nombre de sus hijos pronunciaban, su rostro inexpresivo se anegaba; inmutable de voz y movimientos, sólo su alma gritaba.
Parecía un suplicio interminable, una tortura absurda e inigualada, un castigo del cielo, una condena donde purgar un alma atormentada.
Su esposa lo miró con tanta pena, lo sostuvo en sus brazos como a un niño y le dejó en la sien pegado un beso pausado y lacrimoso de cariño.
Al cabo de unos días el milagro. El hombre dibujó una sonrisa y en trémulo temblor se le escuchaba decir en ronca voz:
- “te amo Eloísa”.



*

4 comentarios:

  1. Preciosísimo momento. Qué de esperanza, Ali. No hay que rendirse, todo es posible. Y ojalá todos despertáramos, de cualquier sueño, diciendo esas palabras.

    Un besazo, reina...

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  2. Hola mi linda amiga:
    Ojalá existiera la cura para tantas enfermedades, ésta en particular que nos deja sumidos en una isla de silencio. Sin embargo, los sentimientos siguen estando intactos y adquieren importancia capital al momento de poder emitir la primera palabra.
    Albita, te deseo felices fiestas para ti y los tuyos y que el año que comienza te regale muchos éxitos y aventuras.
    Un beso grande, Alicia.

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  3. Ali, tremenda foto haces al silencio mas hondo... me ha impresionado MUCHO.
    Abrazo estremecido... ML

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  4. Gracias María Luisa por ese abrazo estremecido que recibo con tanto cariño.
    Un beso desde mi lejano Uruguay que siempre te recuerda.

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